Mi vida no ha sido fácil, pero esto se veía aliviado por la compañía
de mis dos hijas y mi mujer.
Estas tres
preciosas personas que no me dejaron solo en ningún momento son la personas que
con más fuerza he podido querer, nada se comparaba a ellos.
En cuanto a mi
vida me siento orgulloso de haber socado la carrera de magisterio, y trabajar
en un importante colegio de niños con problemas, habiendo ayudado a personas
que de verdad lo necesitaban.
Javier García
murió en Cuenca a la edad de 89 años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario